Los Tortíllez

En este local, las tortillas de patatas son las reinas absolutas, y con tanta fama a sus espaldas, quizá llegué con las expectativas demasiado altas. Fuimos al restaurante ubicado en la calle Consell de Cent, una ubicación excelente. El local es pequeño y acogedor, por lo que reservar con antelación es casi imprescindible. El trato del personal fue, sin duda, uno de los puntos más destacados: amable, cercano y atento en todo momento. Al ser nuestra primera visita, nos aconsejaron dos opciones: cenar únicamente a base de tortillas o compartir algunas y combinarlas con otros platos para picar. Elegimos la segunda opción, una decisión absolutamente acertada y recomendable para futuras visitas. Probamos los calamares a la andaluza, correctos y crujientes, y un meloso de ternera con salsa oporto que resultó realmente delicioso.  Luego llegaron las esperadas tortillas, servidas en raciones individuales, suficientes para disfrutar y compartir varias. La carta ofrece más de diez variedades, desde las más clásicas hasta combinaciones innovadoras como bacalao tomate, perejil y ajo negro, espinacas con queso Idiazábal, calamares en su tinta con chistorra, trufa, jamón ibérico, cebolla caramelizada o queso de cabra. Aunque la propuesta es original y variada, no todas las tortillas estuvieron a la altura de las expectativas. A algunas les faltaba ese punto jugoso tan característico y el sabor resultaba algo plano.

En definitiva, es un sitio interesante, ideal para ir con amigos, compartir platos y probar cosas distintas, pero quizá no tanto como para centrar toda la cena solo en las tortillas. Eso sí, por el buen servicio, la ubicación y la originalidad del concepto, merece la pena visitarlo al menos una vez.

At this restaurant, Spanish omelettes (tortillas de patatas) are the undisputed stars, and with such a strong reputation behind them, I may have arrived with expectations set a bit too high. We visited the location on Carrer del Consell de Cent, an excellent spot to succeed in Barcelona. The space is small and cozy, so booking in advance is almost essential. The service was, without a doubt, one of the highlights — friendly, attentive, and genuinely welcoming throughout our meal. As it was our first visit, the staff suggested two options: dining exclusively on tortillas or sharing a few and combining them with other small dishes. We went for the second option — a choice that proved absolutely right and one I’d recommend for future visits. We started with Andalusian-style fried calamari, crisp and well done, followed by a slow-cooked beef in port wine sauce that was truly delicious. Then came the much-anticipated tortillas, served in individual portions that were just the right size to enjoy and share several varieties. The menu features more than ten options, ranging from the classics to creative combinations like cod with tomato, parsley and black garlic; spinach with Idiazábal cheese; squid in its ink with chistorra sausage; truffle; Iberian ham; caramelized onion; or goat cheese. While the concept is original and diverse, not all the tortillas lived up to the expectations. Some lacked that signature creamy texture and the flavor felt a bit flat. Overall, it’s an interesting place — ideal for going with friends, sharing plates, and trying something different — though perhaps not quite enough to base your entire meal solely on the tortillas. Still, thanks to the warm service, great location, and originality of the concept, it’s worth visiting at least once.