El cachalote- Málaga
Queríamos probar el espeto de sardinas y el pescado al fuego, y la verdad es que, para eso, este sitio es una elección muy acertada. Está situado en primera línea de mar, justo en la playa de la Malagueta, con unas vistas estupendas y un ambiente muy agradable. El servicio fue atento y rápido, algo que se agradece en una zona tan concurrida. Eso sí, a partir de las 13:00 h no aceptan reservas, por lo que hay que hacer cola si se llega tarde, especialmente los fines de semana. Ahora bien, conviene saber a lo que se va: si te centras en el espeto o en el pescadito al fuego, saldrás satisfecho. El pescado es fresco y está bien hecho, con ese sabor inconfundible del fuego de leña que tanto se busca en Málaga. Sin embargo, más allá de eso, la carta pierde calidad. Platos como la paella no merecen la pena, y los postres resultan más discretos: una selección de helados, tartas frías y flanes de elaboración industrial, sin opciones caseras. En resumen, un lugar ideal para disfrutar de una comida sencilla junto al mar, con buenos espetos, un ambiente local y vistas inmejorables, pero sin grandes pretensiones gastronómicas.